CARTA DE ECOLOGISTAS EXTREMADURA SOBRE LA CAZA EN MONFRAGÜE.

Carta enviada al País, por Ecologistas Extremadura, y no publicada, escrita a raíz del en opinión de este grupo lamentable y sesgado artículo que pegamos al final y que no admitía comentarios.

Estimado Sr. Director:

Nos ha defraudado el artículo “Sin cazadores para los ciervos” del pasado día 8 de febrero publicado en El País. Aunque la primera impresión es que se ofrecen unas opiniones plurales sobre técnicas para controlar poblaciones de herbívoros en los Parques Nacionales, lo cierto es que les ha faltado exponer la opinión de grupos ecologistas independientes de las subvenciones autonómicas y estatales, como el nuestro, desde Ecologistas Extremadura llevamos realizando desde hace más de cuatro años una campaña contra las monterías comerciales dentro del Parque Nacional (porque se llegan a vender puestos a 900 euros) e ilegales (porque contravienen la Ley de Parques Nacionales) y no hemos disfrutado del “honor” de ser mencionados por nuestro nombre en su diario.

Las soluciones en Monfragüe (y en otros espacios con este problema) pasan por una mezcla de varias técnicas, entre ellas comenzar a recuperar las poblaciones de depredadores naturales (el lobo ibérico por supuesto; el
objetivo último de conservar un entorno debe ser llevarlo a su estado de equilibrio ecológico natural); también extraer animales y trasladarlos a otros territorios y/o cazarlos, pero nunca mediante cacerías comerciales como las que se están haciendo, porque están prohibidas por la ley. Se deberían hacer con recechos y eliminación de individuos enfermos, débiles, etc. practicada por empresas o trabajadores contratados al efecto. Otra técnica podría ser esterilizando a machos.

Y por supuesto evitando hacer lo que ha provocado todo este desequilibrio, la gestión desastrosa de los responsables del Parque Nacional de Monfragüe, por ejemplo con la alimentación artificial de los animales; o sea la suplementación de piensos y forrajes que comen ciervos y jabalíes.
Haciendo esto se contribuye a mantener una población superior a la que pueden mantener estos sistemas naturales.

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Ecologistas Extremadura


El artículo de El País al que responden:

Sin cazadores para los ciervos
El exceso de herbívoros amenaza la flora y la ganadería de parques nacionales

CARMEN MORÁN - Madrid - 06/02/2011

En la zona que rodea el Parque Nacional de Monfragüe (Cáceres) los cazadores ya han visto ciervos a escasos metros de los pueblos. Eso dicen, y no es difícil que así sea. El director del parque, Ángel Rodríguez,
admite "algún exceso, unos 2.000 ejemplares, en la mitad de las 18.000 hectáreas" de este bosque mediterráneo. Otras 12.000 cabezas se calculan en los cotos privados que rodean el parque, unas 30.000 hectáreas donde la
caza no tiene más restricciones que las ordinarias.

Ahora la caza flaquea, es cara y la crisis también le ha afectado.

El problema no es exclusivo de esta zona. "La sobreabundancia se da en toda España y yo diría que está afectando a todo el hemisferio norte", asegura Christian Gortázar, investigador del CSIC y de la Universidad de Castilla-La Mancha. "La población de ciervos crece entre un 20% y un 30% cada año y en esa proporción habría que ir cazando". Pero las escopetas solo alcanzan entre un 15% y un 18%, según Gortázar.

Parecido problema hay con el jabalí, con los ungulados en general. No hay censos muy fiables. Pero sí hay algunas convenciones entre los científicos sobre la densidad que no debería sobrepasarse: entre 0,2 y 0,4 ciervos por
hectárea. "Es difícil que ningún hábitat soporte un ciervo por hectárea", dice Juan Carranza, profesor de Veterinaria de la Universidad de Extremadura. También de esta universidad, el biólogo Daniel Patón ha estudiado la carga de estos animales que soporta Monfragüe y está persuadido de que sobran muchos. Él rebaja el rango: "En ningún caso se
debe pasar de 0,2 a 0,3 ciervos por hectárea".

La preocupación por la densidad no es caprichosa; la sobreabundancia es foco de enfermedades y amenaza la flora, mal asunto cuando se trata de un parque nacional. Los ganaderos se han quejado de la tuberculosis que
afectaba a sus reses en Extremadura, también ha habido problemas en la sierra de Cazorla...

"La sequía ha influido en los últimos años, porque muchos animales se concentraban en los mismos abrevaderos. Pero ahora hay más dispersión", asegura el director general del Medio Natural de la Junta de Extremadura,
Guillermo Crespo. Se refiere a la cabaña ganadera de los alrededores. Pero no es amenaza menor la flora del parque, un bosque mediterráneo donde los arbustos se han convertido en árboles después de años sin que nadie les
moleste.

El equilibrio entre especies, incluida la del ser humano, se rompió en tiempos remotos. Ahora hay ciervos, pero no hay lobos, o sobran conejos, o faltan cazadores. A esa quiebra no son ajenos los parques nacionales. "Son
islas y ocurren estas cosas, es común incluso en grandes reservas, como las africanas. Obliga a hacer controles de población, porque no en todos los parques se puede dejar que la naturaleza siga su propio curso. Hay
algunos donde es necesaria la intervención; pasa en Monfragüe, o en Cabañeros, donde siempre se cazó", explica Juan Carranza.

Pero justo ahora la caza flaquea, es cara y la crisis también le ha tocado. "Las monterías caras han bajado desde 2008 un 40%", dice el responsable de Estudios de La Federación Española de Caza, José Luis Garrido.

En el parque extremeño hay quien ha propuesto introducir de nuevo el lobo, pero muchos discrepan. "No hay espacio suficiente para ello, el lobo tiene una zona muy amplia de campeo", dice Daniel Patón. "Sería un gran problema
para la ganadería. Hace años había rebaños muy custodiados, hoy en día no.
El lobo se iría a por las ovejas", dice el director de Monfragüe. Antonio Gentil, de la asociación ecologista Adenex y Marcelino Cardalliaguet, de Seo Birdlife, ambos con representación en el patronato de Monfragüe, coinciden también en que lo del lobo sería más problema que solución.

Queda, pues, la caza, que en los parques nacionales adquiere nombres eufemísticos, "acciones" "capturas", o bien "descastes", porque no se abate a los ciervos o jabalíes para uso comercial o deportivo, sino tratando de frenar una población que tiende a desmandarse. En 2010 se mataron 520 animales, entre ciervas y jabalíes. "Y solo en 3.000
hectáreas", señala Rodríguez, volviendo a poner coto al problema.

Si se caza en el parque, algunos grupos ecologistas se revolucionan; si no se caza, otros conservacionistas, o los ganaderos o los propios cazadores, también ponen el grito en el cielo. Y la discusión entre unos y otros
deviene un tremendo galimatías.

Los cazadores dicen que la sobreabundancia de ciervos se combatiría si se pudiera cazar en el parque nacional: "El problema viene de dentro del parque, donde solo se caza para controlar la población", dice José María
Gallardo, secretario general de la Federación Extremeña de Caza. El director del parque sostiene lo contrario: "Si gestionamos bien fuera del parque no tendremos ningún problema dentro". Rodríguez confía en que la
nueva ley cinegética de la región traiga un poco de orden porque "permitirá más caza" que con los cupos actuales.

Garrido, de la federación nacional de cazadores reconoce que las escopetas priman en exceso cobrarse una buena cornamenta y que les interesan menos las ciervas o los horquillones, y eso es justamente lo que hay que cazar
para controlar la población, madres e hijos. Pero también critica la actuación de las administraciones, con sus "cupos de caza tanrestringidos".

Pero los ecologistas sostienen que en los cotos privados que rodean el parque, donde habría unos 12.000 venados, los que se abaten en las monterías autorizadas son menos de los autorizados. "No se trata de buscar
culpables, pero no se exige el cumplimiento del plan cinegético", dice Antonio Gentil. Opina que cazan menos porque la carne no les salerentable.

Gortázar explica que también el abandono de las explotaciones ganaderas ha dejado más espacio a los ciervos, cuya población sigue y sigue creciendo.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/cazadores/ciervos/elpepisoc/20110206elpepisoc_8/Tes