Agradecemos la invitación pero no podemos aceptarla, entre otras cosas, porque no creemos que una manifestación, por muy masiva que sea, cambie la conciencia del que no la tiene.
Tampoco creemos que en Extremadura falte sensibilidad hacia el tema del maltrato a los animales.
Somos muchos los extremeños que la tenemos pero, como siempre, la mayoría silenciosa. Mayoría que no encuentra el respaldo y el apoyo de las instituciones para denunciar hechos tan repugnantes como el de Torreorgaz y que tiene que soportar “las mal llamadas gamberradas de los quintos” por la impunidad existente y la tolerancia y dejadez de las administraciones.
Fepaex ya se concentró el jueves 29 en Badajoz para condenar la horrible mutilación de los cachorros y, en ese mismo instante, mientras manifestábamos nuestra indignación por lo ocurrido, los “quintos” estaban robando “tal como exige la tradición” a la pobre burrita vieja en Torreorgaz para divertirse con su sufrimiento hasta la muerte.
La mayoría sensibilizada de Extremadura no necesita manifestarse, lo que necesitamos YA es que se aplique la Ley 5/2002 de Protección de los Animales de Extremadura y que las administraciones asuman su responsabilidad.
Estamos de acuerdo en que La Ley es mejorable, pero no podemos decir que hay que cambiarla cuando aún no se ha llevado a la práctica y ni siquiera se ha desarrollado su Reglamento. Sólo con que se tomaran la molestia, en la Consejería de Agricultura, de aplicar el Régimen Sancionador e imponer las multas que la Ley contempla, cambiaríamos la sensibilidad de esta minoría de insensibles extremeños. Minoría que tiene amedrentada a la mayoría sensible y que ofrece al exterior esta vergonzosa imagen de Extremadura.
Lo que necesitamos en nuestra Comunidad para acabar con esta lacra es un cambio de conciencia y actitud en nuestros gobernantes hacia el maltrato animal, la voluntad política de que esto termine y, sobretodo, NECESITAMOS HECHOS NO PALABRAS.
La pelota la ponemos en el tejado de nuestro Presidente, el responsable último de la protección de los animales en Extremadura. En sus manos está la sensibilización de los insensibles, el sistema educativo de nuestros niños y jóvenes, la capacidad sancionadora y reguladora. El problema está en manos de quien tiene los medios humanos, económicos, la autoridad y la responsabilidad de resolverlo. Los cambios que necesitamos en Extremadura están en sus manos Sr. Presidente.
En cuanto a que no nos ensañemos con “los quintos”, queremos que toda Extremadura sepa que haremos lo POSIBLE Y LO IMPOSIBLE para que la muerte de la burrita vieja de Torreorgaz no quede impune.
Todavía no sabemos cuántas denuncias tenemos que presentar, ni a quién o quiénes denunciar, ni dónde; no nos preocupa, tenemos el tiempo necesario para hacerlo, la asesoría jurídica de expertos y la indignación, el asco y el dolor necesarios para llegar hasta sus últimas consecuencias.
Y por último, queremos agradecer a la familia que denunció el valor que tuvo al hacerlo, y esperamos que sea arropada por sus autoridades, y por toda la gente de bien y con conciencia que sabemos que vive en Torreorgaz.