Unos animales en un balcón, delgadísimos, todo sucio y lleno de orines, los vecinos protestando porque los perros están todo el tiempo en el balcón aullando y ladrando y la peste llega a la calle.
El dueño desaparecido desde hace días, los perros abandonados a su suerte, las protectoras pidiendo que alguien haga algo, ofreciéndose para atenderlos, llevando veterinarios para que certifiquen su estado y lograr una orden que les permita entrar a socorrerlos, denunciando, .......Y todo esto no sucede en un pueblo remoto, atrasado, perdido en el monte, no, amigos, para mayor vergüenza, si cabe, esto ocurre, en el centro de Mérida, la Capital Autonómica de Extremadura, en una calle comercial muy concurrida.
De nuevo, impotencia, dolor, malestar, enfado....y esos animales, ahí, en absoluta dejación.
Necesitamos cambiar nuestras leyes, YA. La atención a unos animales enfermos y anémicos debe estar por encima de propiedades privadas de irresponsables, de derechos de maltratadores,........queremos que las policías locales a instancias de protectoras de animales puedan socorrer a los animales en peligro de manera inmediata, con la supervisión y el apoyo de las instituciones locales.
La ley debe estar al servicio de la protección de los seres sintientes y no de las propiedades.
Esperamos que la lucha de la protectora SAM de Mérida y del PACMA, Partido Animalista, que están con el caso, salve a estos pequeños.