LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE BADAJOZ SOBRESEE PROVISIONALMENTE LA SEGUNDA DENUNCIA PRESENTADA POR FEPAEX CONTRA LA PERRERA PROVINCIAL DE LA DIPUTACIÓN DE BADAJOZ EN OLIVENZA
(Abril 2011)
En marzo de 2009, nada más nacer la Federación de Protectoras de Animales de Extremadura (Fepaex), trasladamos nuestra preocupación a la Administración sobre el ilegal, ineficaz, caro y poco ético funcionamiento de la Perrera-matadero de Olivenza. Hablamos con nuestro Presidente el Sr. Fernández Vara, con la Vicepresidenta Dolores Pallero, con la responsable de las inspecciones de la Consejería de Agricultura María Curiel, con el Presidente de Fempex Ramón Díaz y con la Diputación de Badajoz. Les explicamos que recoger y almacenar perros desechados por cazadores-galgueros-rehaleros y dueños irresponsables para matarlos a los 10 o 20 días, o que desaparezcan antes de “muerte natural”, no resuelve el problema del abandono, al contrario, lo fomenta. También les dijimos que hacen falta políticas preventivas, campañas de control de natalidad canina y felina, educación y aplicar el régimen sancionador de la Ley 5/2002 de Protección de los Animales en Extremadura. Cuando vimos que, la tan cacareada “transparencia” de la administración y la “Carta de Derechos del Ciudadano de Extremadura” eran una farsa más y que no sólo no pensaban hacer nada sino que pretendían tapar la porquería metiéndola debajo de la alfombra, pusimos en julio de 2009 una denuncia ante el Juzgado de Olivenza que acabó en mayo de 2010 siendo sobreseída provisionalmente por falta de pruebas.
Ante esta decisión, Fepaex hizo un seguimiento a la Perrera-matadero de Olivenza para darles su trabajo hecho y ofrecer las pruebas necesarias que acabaran cuanto antes con tanto sufrimiento animal innecesario y evitable. Rescatamos del Centro de Recogida de la Diputación 10 perros que llevamos directamente desde allí a distintas clínicas veterinarias donde fueron reconocidos y fotografiados. A la vez, filmamos las instalaciones y a los animales rescatados durante su estancia en Olivenza, nada más fácil con los móviles del Siglo XXI. Con los informes veterinarios y las fotografías de los perros recién salidos de Olivenza pusimos una segunda denuncia ante el Juzgado en julio de 2010. Con las imágenes de su estancia en la Perrera-matadero hicimos unos videos que colgamos en la webpara denunciar públicamente lo que estaba ocurriendo.
El tortuoso camino de esta segunda denuncia ha terminado con el Auto de la Audiencia Provincial de Badajoz que dice textualmente:
“Del contenido de la referida documentación, no se aprecia ni siquiera indiciariamente que exista una relación de causalidad entre el estado de los animales y el trato que se da a los mismos por parte de la denunciada, no consta que los perros examinados procedieran del referido centro, lo mismo que ocurre con los que iban a ser rescatados, ni tampoco en su caso el estado en el que pudieron llegar a ella, en resumidas cuentas este Tribunal, al igual que el Ministerio Fiscal y que el Instructor, entiende que las pruebas nuevamente aportadas no desvirtúan los razonamientos tenidos en cuenta para dictar el sobreseimiento de la causa, por ello y a pesar de considerar, reiteramos totalmente execrables los hechos objeto de denuncia, estima procedente, a pesar del loable esfuerzo realizado por la dirección letrada de la recurrente en defensa de sus tesis, desestimar el recurso y confirmar la resolución impugnada.”
Resumiendo:
“No aparecen indicios racionales suficientes como para considerar la existencia de conductas delictivas, sí aparecen visos muy significativos de claras infracciones administrativas, y todo ello sin perjuicio, de que si efectivamente se aportase algún dato nuevo relevante tendente a acreditar la posible comisión de un delito, se pueda solicitar la reapertura de la causa, dado que el sobreseimiento tiene el carácter de provisional”.
INDIGNACIÓN e INDEFENSIÓN es lo que sentimos en estos momentos. Negar la evidencia de que los perros rescatados provenían del infierno de Olivenza pone de manifiesto que, además de la Administración, también el Sistema Judicial en Extremadura pretende seguir metiendo la porquería debajo de la alfombra. Una Justicia que no nos deja practicar pruebas y nos impide llevar al Juzgado a todos las personas que tenemos dispuestas a testificar los horrores que han visto en la Perrera-matadero de Olivenza, NO ES JUSTICIA y sin justicia, apaga y vámonos.
Para aprender, perder. Seguiremos luchando por cerrar la Perrera-matadero de Olivenza y, por supuesto, recurriremos a instancias superiores. Pero, ahora, con todo lo que hemos aprendido, vamos a estudiar también otras estrategias de lucha más efectivas. Ahora sabemos, por ejemplo, que en Extremadura no contamos con veterinarios que denuncien el maltrato, ni con peritos de maltrato animal y así es muy difícil acabar con él. El veterinario “de reconocido prestigio” de la Facultad de Veterinaria de Cáceres, que considerábamos tenía sensibilidad ante el sufrimiento animal y al que solicitamos que inspeccionara la Perrera-matadero de Olivenza, también nos la jugó y ha sido una pieza clave para que la Justicia esconda la porquería debajo de la alfombra y continúe el horror en Olivenza.
Así que, lo primero que se nos ocurre es pasar el relevo judicial a la Facultad de Veterinaria de Cáceres. En su Hospital Clínico Veterinario tienen más de 100 historiales de perros sacados de Olivenza en condiciones lamentables. Muchos saben en esa Facultad lo que pasa en la Perrera-matadero de Olivenza y presuponemos la existencia de un Código Deontológico. ¿Por qué no denuncian? Creemos que sería una manera eficaz de sensibilizar a los estudiantes en el sufrimiento animal y enseñarles la responsabilidad que tienen en la eliminación del maltrato cuando sean veterinarios. Además, nos hemos enterado de una buena noticia, un grupo de estudiantes de veterinaria está creando una asociación protectora de animales “Dejando Huella”, nos alegramos y les animamos a concienciar a sus profesores y compañeros para terminar entre todos con esta lacra. Estamos seguros de que llegará el día, cuando seamos una sociedad civilizada, en que al igual que los médicos están obligados a denunciar que sus pacientes han sido maltratados, los veterinarios tendrán que hacer lo mismo con los animales. El problema es que todo está relacionado y conectado. Sin JUSTICIA tardaremos en ver los cambios, pero no dudamos de que llegarán.
Y lo segundo que se nos ocurre es que, a lo mejor, deberíamos posponer nuestra lucha por los derechos de los animales no humanos, para centrar nuestra energía y recursos en unirnos todos por los derechos de los animales humanos y exigir una democracia real ya. El “divide y vencerás” le va muy bien a los que nos gobiernan para que cada uno pelee infructuosamente en su “isla” y todo siga igual. Si tuviéramos una democracia real, representativa y participativa, entonces las leyes se aplicarían, el poder judicial sería independiente del poder político, podríamos exigir responsabilidades a los que nos representan y seguro que acabaríamos antes con el maltrato de animales humanos y no humanos.
Seguiremos estudiando otras posibles estrategias e informando….