Dos animales de gran tamaño, uno enfermo y el otro mayor, alimentándose en un parque público en el centro de la Capital Autónomica,Mérida.
La población preocupada llama a las autoridades que son incapaces de solventar la situación. Como siempre somos las asociaciones, en este caso nuestros campañeros de Apame y El Refugio del Burrito los que tienen que ir a salvar a estos animales, ayudarles, recuperarles y hacerse cargo de todo.
¿Hasta cuándo debemos ser los ciudadanos, organizándonos y ayudándonos a través de asociaciones, los que asumamos la labor de salvadores, denunciantes, rescatadores y sufragadores de los gastos de estas situaciones que según la Ley de Protección Animal de Extremadura es responsabilidad de la administración?
De vergüenza, como siempre.
Al menos esos animales están a salvo y aquí seguimos apechugando los ciudadanos particulares.
Se interpondrá una denuncia por maltrato y abandono contra los dueños y no pasará nada o muy poco. Y esto es lo que hay.
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