Numerosas son las denuncias que interponemos: abandono, ahorcamientos, perros quemados, tirados a pozos, descalabrados, con el cuello cortado........pero muy pocas llegan a una sanción administrativa o a un juicio y, cuando lo logramos, estamos sometidos a la interpretación de la autoridad competente, de la pobre, mal desarrollada y lamentable legislación vigente.
Más triste aún los casos que ni eso. Un ejemplo es este caso de un galgo ahorcado.
La autoridad municipal (léase policía local, alcalde,concejal...), informada, recoge el cadáver de un galgo ahorcado en un árbol junto a una alberca en las cercanía del municipio. Van al veterinario con él (esto ya es un adelanto), no tiene chip, pues se entierra y listo. Dentro de lo que hemos visto, es de lo mejorcito.
Que nos hubiera gustado: QUE se ubica el cadáver, sin tocarlo se llama la Seprona, se revisa la zona, se hace una investigación, se pregunta a los veterimarios de la zona y a la asociación de caza con galgo, se realiza una investigación en profundidad y al menos que el responsable sienta que se le busca y que esto no es algo que se pasa sin pena ni gloria.
Cuando nos avisan del juzgado para ratificarnos en la denuncia preguntamos si hay indicios. No, no hay ninguno. Pues aquí acaba toda la justicia que ese pequeño ahorcado podía encontrar, por ahora, en nuestra tierra.
Nuestro sentimiento: impotencia pura.