Las peleas clandestinas de gallos son una muestra más de la España negra. La llegada del verano pone en alerta a las Fuerzas de Seguridad ante laproliferación de estas timbas ilegales que mueven cantidades millonarias de dinero en apuestas fuera de la ley. Combates en los que sólo sobrevive el ganador, esto es, el animal más fuerte, hábil y astuto. Su contrincante, en cambio, es sacrificado. "Todo el mundo sabe que se celebran aquí en la costa, pero no se hace nada para evitarlo", denuncia
La Costa del Sol es uno de los puntos neurálgicos de estas peleas clandestinas. El Servicio de Protección de
Prueba de que no ha habido una actuación contundente por parte de las autoridades competentes en esta materia es la redada que ha tenido lugar en Málaga esta semana, en la que se intervinieron 160 gallos de peleaen las azoteas de seis bloques en
En las azoteas se apilaban los criaderos ilegales de gallos con un centenar de jaulas. Los animales que se encontraron presentaban unas condiciones infrahumanas: ojos desprendidos, crestas cortadas y heridas por todo el cuerpo sufridas durante la última celebración de las peleas. Los criadores de gallos, en este caso de etnia gitana, a menudo van armados y se mueven en un entorno de actividades ilícitas, con especial predilección por el tráfico de droga.
Convocatoria por Internet
Internet se ha convertido en la herramienta de uso para este tipo de convocatorias ilegales. Según denuncia el Seprona, en portales comowww.hhdirecto.net pueden encontrase preguntas como: “¿Alguien sabe cuándo hay una pelea de gallos en Málaga?”. Y respuestas como: “Son en agosto. Cada vez en un sitio, respetando la cultura urbana que ya tiene fecha fija”. Todo mediante contraseñas, los corredores de apuestas convocan a los adictos a este tipo de peleas.
Hace unos meses, un grupo de adolescentes que organizaban peleas de gallos, las grababan en vídeo y las subían a Internet, fueron detenidos. Todo por grabar dos vídeos en los que se pueden ver varias peleas en las que los animales terminan visiblemente dañados. “La Red es un autentico peligro porque es muy fácil cobrar dinero a través de estos sangrientos espectáculos y esto también se paga”, denuncian las asociaciones de animales.
Ley de protección
El Seprona de
Multas e incluso penas de cárcel
Esta vez los gallos incautados en
El delito por maltrato animal puede suponer una multa de entre 2.000 y 30.000 euros e incluso penas de hasta tres años de cárcel. Gecen (Grupo para el Estudio y Conservación de Espacios Naturales) ha reconocido que, “día sí, día también”, recibe indicios de que varios lugares de la provincia acogen peleas de gallos para hacer negocio. No obstante, no siempre las investigaciones de las protectoras llegan a buen puerto, dado que deben constatar los hechos antes de denunciar, y muchas veces las sospechas no pueden contrastarse por la discreción de los organizadores. De todos depende ahora amanecer con un nuevo “quiquiriquí” antes de que se extinga la especie.
El Confidencial, 19 de agosto de 2010.
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