Nunca había estado en la zona a la que hoy ha llegado la Protectora de Estepona que está haciendo el Camino de Santiago. El paisaje está verde intenso y la primavera da sus primeros pasos de manera firme. El sol calienta con tal fuerza que observamos con deseo el agua que corre por un arroyo, lugar privilegiado y recóndito, elegido para el recibimiento.
Los peregrinos vienen tan cansados como felices, aspecto que se dibuja en sus sonrisas llenas y sus ojos fogosos. Les reciben autoridades de Monesterio, la prensa... y, nosotros la Fepaex. Ayudados por Pedro, que regenta el bar del camping, y al que agradecemos su exquisita colaboración y comida, llevamos las viandas a nuestros héroes, para que se alimenten y reúnan fuerzas para proseguir el Camino a Santiago.
Silvia se ha lesionado y lleva tres días haciendo el recorrido en la caravana de apoyo que les acompaña; Patrick es el inglés más dicharachero que he conocido y es todo simpatía; Johanna y su sonrisa permanente habla exhausta con nosotros, y algún que otro viajero cambia su calzado por unas chanclas y calcetines, para descansar sus pies. Comenzaron a mediados de marzo junto a los perrines que les acompañan, con sus conchas del apóstol al cuello, y el grupo es entrañable y peculiar.
Tras el almuerzo, han reposado brevemente para proseguir la marcha hacia el pueblo con el corazón y estómago llenos. Todos nos han agradecido con sus ojos y sus palabras nuestra presencia allí.
Estos viajeros tan especiales son nuestros guías en este momento. Llevarán por toda la cara oeste de la península su amor a los animales, sus miedos, su cansancio, sus miradas, su amistad, su fuerza, su valentía... Y, en sus mochilas, un único mensaje: los animales tienen sentimientos, sufren, viven y mueren como nosotros, los que nos llamamos "humanos".
Estos viajeros tan especiales son nuestros guías en este momento. Llevarán por toda la cara oeste de la península su amor a los animales, sus miedos, su cansancio, sus miradas, su amistad, su fuerza, su valentía... Y, en sus mochilas, un único mensaje: los animales tienen sentimientos, sufren, viven y mueren como nosotros, los que nos llamamos "humanos".